1. Elige el recipiente adecuado
El primer paso para conservar la miel es elegir un recipiente adecuado. Los mejores son de vidrio, ya que son inertes y no reaccionan con la miel. También puedes usar recipientes de plástico aptos para alimentos, pero evita los de metal. Asegúrate de que el recipiente esté bien hermético para evitar que la miel entre en contacto con el aire, la humedad o la luz.
2. Temperatura ambiente
La miel se conserva mejor a temperatura ambiente, entre 18°C y 25°C. Evita guardarla en la nevera, ya que el frío puede hacer que se cristalice. Tampoco la expongas a temperaturas extremas o a la luz solar directa.
3. Un lugar oscuro y seco
Lo ideal es guardar la miel en un lugar oscuro y seco, como una despensa o un armario. La luz puede afectar el sabor y las propiedades de la miel.
4. Utensilios secos y limpios
Al extraer la miel del recipiente, utiliza siempre utensilios secos y limpios. La humedad puede favorecer el crecimiento de bacterias y hongos.
5. Presta atención a la cristalización
La cristalización es un proceso natural de la miel y no significa que esté estropeada. Si la miel se cristaliza, puedes calentarla al baño maría a una temperatura no superior a 40°C para que vuelva a su estado líquido.
6. Consumo responsable
Aunque la miel puede durar muchos años, es mejor consumirla en un plazo de dos años para disfrutar de todas sus propiedades.
7. Miel de calidad
Elige miel de alta calidad de productores de confianza. La miel de calidad tiene menos probabilidades de estropearse y se conservará mejor.
En Doray, ofrecemos una amplia variedad de mieles de alta calidad, perfectas para disfrutar al natural o para usar en tus recetas favoritas. Sigue estos consejos para conservar tu miel Doray como un experto y disfruta de todas sus propiedades durante mucho más tiempo.